La difracción de las ondas es una propiedad característica de éstas que permite decidir si un fenómeno es de naturaleza ondulatoria. La difracción es la desviación en la propagación rectilínea de las ondas cuando éstas atraviesan una abertura o pasan próximas a un obstáculo.

En general, los obstáculos no impiden el avance de las ondas sonoras.

 Si la abertura es de tamaño superios a la longitud de onda, las ondas se propagan siguiendo la dirección rectilínea de los rayos que parten de la fuente. 

 Si la abertura es de tamaño comparable al de la longitud de onda, los rayos cambian su dirección al llegar a ella. Este es el fenómeno de la difracción.

Dicho fenómeno se explica por el principio de Huygens: el orificio se ha convertido en un centro emisor de ondas, lo que permite a la onda propagarse detrás del obstáculo.

La difracción también puede producirse si las ondas son interceptadas por algún obstáculo, siempre que su tamaño sea igual o inferior  la longitud de onda, o lleguen a la esquina de un objeto .En este caso las ondas parecen rodear el objeto y alcanzan puntos ocultos al foco.

Gracias a la difracción podemos percibir las ondas sonoras aunque se interponga algún obstáculo en su propagación.

 Difracción de la luz

En el caso de la luz, también pueden darse fenómenos de difracción; pero, en este caso, las dimensiones del obstáculo han de ser muy pequeñas.
Si en el camino de las ondas difractadas se coloca una pantalla, se obtienen las figuras de difracción. Cuando la luz pasa por un orificio de forma circular y de tamañano adecuado,al proyectarse sobre una pantalla no se obtiene un círculo nítido, a no ser que la pantalla esté muy cerca; pero si está suficientemente alejada, se forman franjas de bordes difusos, alternativamente claras y oscuras.
Cuando es un abstáculo lo que encuentra la luz, la difracción se pone de manifiesto porque los bordes de la sombra proyectada por el objeto no son nítidos.